Ya en el año 1990 presenté a la opinión mundial, mis reflexiones sobre una ética universal. Allí se desarrolla programáticamente la idea de que las religiones del mundo solo pueden prestar una contribución a la paz de la humanidad recordando lo que ahora ya tienen en común con la ética: un consenso básico con respecto a los valores vinculantes, las normas inmutables y las actitudes personales fundamentales existentes.
El paso decisivo lo dio luego el «Parlamento de las Religiones del Mundo», un congreso interreligioso celebrado en Chicago en 1993, con más de 6,000 participantes, en el que más de doscientos delegados de todas las religiones y de todos los continentes firmaron una Declaración sobre la ética universal elaborada por mí a lo largo de un proceso de consultas interreligiosas. Desde entonces, esa Declaración es el documento fundamental para el desarrollo de la idea de una ética universal. El proyecto «ética universal está basado en cuatro convicciones fundamentales: ¡Sin paz entre las religiones no habrá paz entre las naciones! ¡Sin diálogo entre las religiones no habrá paz entre las naciones! ¡Sin modelos éticos globales no habrá diálogo entre las religiones! ¡Sin una ética global, una ética universal, apoyaca en comun por personas religiosas y no religiosas, no sobrevivirá nuestro planeta! Los elementos comunes existentes en la ética de las religiones se formulan inicialmente en la Declaración en dos principios fundamentales: 1. El principio del humanitarismo: todo ser humano debe ser tratado humanamente.
2. Prácticamente en todas las culturas y religiones de la humanidad aparece una segunda regla que desarrolla este principio fundamental, la «Regla de oro de la reciprocidad: «No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan a ti . Estos dos principios encierran directrices concretas para cuatro ámbitos vitales básicos, que están formuladas como auto obligaciones: • obligación a una cultura de la no violencia y del respeto a toda vida;
• obligación a una cultura de solidaridad y a un sistema económico justo.
• obligación a una cultura de la tolerancia y a una vida en veracidad;
• obligación a una cultura de la igualdad de derechos y a la participación igualitaria del hombre y la mujer. Sobre la base de la Declaración de Chicago, la idea de una ética universal ha seguido desarrollándose en diferentes planos. De capital importancia son, sobre todo, los documentos siguientes: • 1977: propuesta del Interaction Council de antiguos jefes de Estado y de Gobierno para una Declaración Universal de la Responsabilidad Humana;
• 1999: Llamamiento a nuestras Instituciones Rectoras, del Tercer Parlamento de las Religiones del Mundo, reunido en Ciudad de El Cabo.
• 2001: Manifiesto para el diálogo de las culturas Puentes hacia el futuro (Crossing the Divide), trabajado por el Grupo de Personalidades de Alto Rago convocado por el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, para el año 2001, Año Internacional del Diálogo de las Culturas. La Declaración de Chicago y el Proyecto de ética universal quieren propiciar un cambio de mentalidad individual y colectivo en aras de la supervivencia de nuestro planeta. La fundación Weltethos, de Tubinga, creada en 1995, fomenta con particular intensidad este cambio de mentalidad trabajando en diferentes planos: la investigación, la formación y el encuentro intercultural e interreligioso, a escala tanto nacional como internacional. Ética universal en imágenes:la exposición «Religiones del mundo - Paz mundial - Ética Universal Los medios desplegados por la fundación Weltethos: libros, videos, CD-Rom, Internet y, sobre todo, la exposición «Religiones del mundo - Paz mundial - Ética Universal , que se reproduce en este cuaderno, representan una contribución pedagógica a este cambio de mentalidad. Como es sabido, las normas éticas no caen del cielo, aunque las distintas religiones de todas las épocas se les han inculcado y se les inculcan constantemente a los hombres con autoridad de revelaciones dividas y de portadoras de revelación. Las normas y valores éticos fueron elaborados por los propios hombres en el curso de la evolución mediante un proceso sociodinámico sumamente complicado. Es decir: donde se presentaban las necesidades de la vida y apremios humanos, allí se imponían regulaciones de los actos para el comportamiento humano: prioridades, convenciones, leyes, mandamientos, directrices y costumbres, en una palabra, determinadas normas éticas. Así, mucho de lo que en la Biblia hebrea, en el Nuevo testamento y también en el Corán, es decir, en las culturas de orígen semítico, se proclama como mandamiento de Dios, se encuentra también en las religiones de origen indio y chino. Todas ellas están representadas en esta exposición en los seis cuadros de las religiones que, por sus repercusiones históricas y su difusión global, pueden denominarse religiones mundiales.
editado y subido por: ROMERO SOTO ELIANA |